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close this bookFood, Nutrition and Agriculture - 11- Edible Fats and Oils (FAO - FPND - FAO, 1994)
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La leche materna

La leche materna tiene una composicie grasas muy especial que la hacen para lograr una buena alimentacinfantil. Tradicionalmente, se compara solamente la cantidad de grasa presente en un tipo de leche, y se afirma que mientras esta grasa sea digerible todo lo demda igual, pues la energque aporta es lo que cuenta. Este enfoque es simplista (Uauy y Hoffman, 1991; Tsang et al., 1993; Uauy et al., 1993), la cantidad de grasa presente en la leche materna vardependiendo de las caractericas de la madre, la etapa de la lactancia, la hora del dy el momento de la mamada (Tyson et al., 1992).

La leche materna contiene factores que facilitan la digestie las grasas y su composiciuca la hace mdigerible. Las lipasas independientes de los dos biliares facilitan la lipis aun en el caso que por inmadurez exista una insuficiencia relativa de dos biliares. La presencia de un 10 por ciento de dos grasos de cadena mediana, que son absorbidos en parte en el esto y tienen una digesti transporte mfl que las grasas de cadena larga, proveen una fuente de energrdamente disponible. La posiciarticular (sn-2) del do palmco en medio del esqueleto de los triglicdos - que constituyen el principal componente graso en la leche - hace que estas grasas saturadas sean mfles de digerir en el intestino por parte de la lipasa pancreca. Esta enzima tiene mactividad para hidrolizar la posiciedia que las posiciones extremas en los eres de glicerol. Adem la leche materna aporta carnitina, requerida para oxidar las grasas y formar cuerpos cetos necesarios para el metabolismo cerebral. Los nialimentados con leche materna presentan niveles de cuerpos cetos maltos y mtempranamente que los alimentados con fla artificial (Shills y Young, 1988; Tsang et al., 1993).

La leche materna tiene una cantidad balanceada de dos grasos esenciales de las series n-6 y n-3. El balance entre estas dos series es fundamental para la formacie los derivados de cadena larga (> 18 carbonos) de los dos grasos esenciales. Maonsiderando la relativa inmadurez en la formacie estos derivados por parte del recinacido, la leche materna los aporta ya preformados; en el caso de los n-3, para formar nos vitales como la retina y el cerebro, y en el caso de los n-6, contribuye sen parte a la necesidad de do araquido. El aporte de do oleico y colesterol presente en la leche constituyen un potencial beneficio adicional, ya que ahorra al nia tarea de sintetizarlos, si bien estos compuestos no son esenciales. La presencia de dos grasos libres y de glicoldos en la leche materna ha sido vinculada a parte de la acciactericida y a la protecciontra infecciones propia de la leche materna (Uauy y Hoffman, 1991).